Nombre científico: Calendula officinalis L. Caléndula, Marigold, Souci des jardins,Cappuccina dei campi, Ringelblume.
ORIGEN
Originaria de la región del Atlas, noreste de Africa, aunque muy cultivada en Europa.
La palabra “caléndula” viene del latín “calendas” que es como se designaba el primer día del mes, y es así porque esta planta florece todos los meses del año, incluso en invierno. Los romanos, sin embargo, la llamaban “Solsequium”, que quiere decir “que sigue al sol”, acción que realizan sus flores al igual que los
girasoles. En la Edad Media, Santa Hildegarda, abadesa benedictina alemana, conocida por su amor a las plantas y por los estudios que le dedicó, especialmente a las medicinales, describe por primera vez sus virtudes y la llama “Ringblume” (flor de anillo), por la curiosa forma de los frutos. En la misma Alemania, las mujeres que aspiraban al amor de un hombre plantaban caléndulas en el trocito de suelo que él había pisado con la esperanza de que se fijara en ellas y en Francia estaba extendida la superstición de que la mujer que gustaba de esta planta le era infiel a su marido.
CUIDADOS
Es una especie sin grandes requerimientos, bastante adaptable a diversas condiciones de suelo y clima.
Al cultivar, hágalo de preferencia en una zona templada, aunque resiste también heladas y sequías. Se puede
cultivar hasta una altitud de 1.000 metros sobre el nivel del mar.
Se multiplica por semillas y la época adecuada para hacerlo es en la primavera, invierno (poco frío) u otoño. La recolección de los capítulos florale se realiza cuando estén totalmente abiertos y la desecación de ellos debe hacerse cuidando de que los lugares tengan muy buena aireación y con muy poca humedad. Una vez conseguido esto, se conservarán en envases de vidrio y nunca con aquellos que cuentan con elementos derivados del petróleo como los plásticos.
Principales Usos
Medicinal
Uso interno
Se usa las lígulas (pétalos de las flores del disco) y el follaje. Es antiespasmódica, colerética, sudorífica, antiséptica, fungicida, cicatrizante, desintoxicante, emenagoga, hipotensora, vasodilatadora y antiinflamatoria. La infusión de una hoja y una flor en un jarro de agua hirviendo es un remedio efectivo para tratar convulsiones estomacales, flatulencias, indigestiones, úlceras gástricas, gastritis, colitis, hidropesía, hematuria o sangre en la orina, infecciones causadas por bacterias, tos ferina y ronquera. Esta misma infusión sin endulzar da excelentes resultados contra la hepatitis, ictericia y demás enfermedades del hígado. Disminuye la tensión arterial, regulariza la menstruación, alivia los dolores de cualquier tipo de cáncer y es un excelente tónico para la anemia ya que aumenta los glóbulos rojos.
La infusión de sus flores y hojas puede tomarse sola o en combinación con otras plantas como el anís, el hinojo, el jenjibre, el poleo, la menta y la manzanilla.
Uso externo
Las flores están especialmente indicadas en el tratamiento tópico de afecciones diversas de la piel y mucosas, como heridas, pieles inflamadas y resecas, picaduras de insectos, llagas y magulladuras,
verrugas, furúnculos, acné, contusiones e incluso es útil para aliviar las molestias que ocasionan las leves quemaduras solares. Para tratar todas estas molestias cutáneas, es ideal combinarla con diente de león, aloe vera o cola de caballo y su aplicación puede ser con compresas y tinturas, aunque si se trata de una llaga, es preferible regar con un pequeño chorro la zona afectada, ya que de esta manera se estimula la circulación de la sangre. También para tratar almorranas, micosis de los pies y cuero cabelludo.
Las hojas de esta planta pueden utilizarse directamente sobre las durezas y los callos de los pies, y para las quemaduras, usar en forma de aceite.
Culinario
Los vistosos y coloridos pétalos son comestibles y pueden servir para animar ensaladas veraniegas.
Precauciones: A aquellas personas con pieles muy sensible les puede provocar irritación el simple contacto con las hojas o los pétalos.
No se recomienda su uso durante el embarazo, por su acción estimulante del útero.